Medida europea

Los fabricantes de toallitas húmedas tendrán que sufragar la limpieza de los 'monstruos' que atascan alcantarillas

Los motivos
El Gobierno prepara un Real Decreto que responde al cumplimiento de una directiva europea aprobada en 2019. También estará prohibido tirarlas por el inodoro.

Toallitas enredadas en las redes de pescadores asturianoslaSexta.com

Tras las pajitas, bastoncillos y cubiertos, las toallitas y los globos. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico quiere prohibir que se tiren toallitas húmedas al inodoro y la "liberación intencionada" de globos al medio ambiente para reducir la basura marina. Así se deduce de un borrador del Real Decreto al que ha tenido acceso laSexta. Según el borrador, adelantado por elDiario.es, el Gobierno aprueba esta medida atendiendo a una directiva europea de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente.

Según esta directiva, las toallitas húmedas y los globos son el quinto y el noveno artículo de plástico de un solo uso, respectivamente, que más se encuentra en las playas de la Unión Europea de entre los los diez que recoge la directiva.

El Gobierno va más allá de la directiva -2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019-, que se ciñe a las toallitas elaboradas con materiales sintéticos -de uso mayoritario- y amplía la norma a las toallitas elaboradas con tejidos naturales, siempre que sean destinadas a la higiene personal y a usos domésticos. No se incluyen las toallitas húmedas destinadas a usos industriales y profesionales, como las toallitas médicas o sanitarias.

El borrado insiste en los graves daños que ocasionan las toallitas que, además de su "impacto ambiental negativo", "afectan significativamente al funcionamiento de las redes de saneamiento y depuración", pues no se desintegran completamente. Tirarlas por el inodoro acaba atascando alcantarillas o enredándose en las redes de pesca, creando auténticas madejas gigantes que "aumentan el riesgo de desbordamientos, especialmente durante episodios de lluvias intensas".

Según la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), estos atascos provocan un sobrecoste anual de 230 millones de euros. Además, señala el borrador, aunque algunas toallitas se comercializan como biodegradables, "no significa que se puedan desechar vía inodoro", pues su degradación en el medio ambiente es limitada y ello prolonga su impacto contaminante y puede confundir.

Estas advertencias no son nuevas, y la recomendación de no liberarlas en el inodoro ya suele figurar en los envases. Además, numerosos Ayuntamientos, como Valencia o Huelva, han puesto el grito en el cielo desde hace tiempo ante los auténticos 'monstruos' que se forman en sus alcantarillados.

Por ello, el Gobierno retende obligar a los productores de toallitas húmedas y de globos a asumir los costes de la limpieza de los vertidos de basura dispersa generada por esos productos en el alcantarillado e infraestructuras de saneamiento y depuración de aguas. También propone que los fabricantes sufraguen el coste de su posterior transporte y tratamiento, así como los de recogida de datos, sean regulares o puntuales por vertidos esporádicos o por basura dispersa en el medio, y los de medidas de concienciación.

Con respecto a los globos, el proyecto de real decreto apunta que "su impacto ambiental es considerable" porque se hallan con frecuencia entre los desechos marinos y ocupan posiciones destacadas en los rankings de contaminación en playas de la UE, lo que ocasiona "graves perjuicios" a la fauna marina.

Además del uso habitual, el borrador señala determinados usos "culturales" que proponen liberarlos en el medio ambiente, generalmente en el contexto de eventos o celebraciones. Al no existir alternativos no contaminantes, el Ministerio propone directamente prohibir su "liberación intencionada al medio ambiente".

El borrador del Real Decreto ley deja en manos de las comunidades autónomas, en colaboración con las entidades locales, establecer programas de seguimiento para evaluar la aplicación de estas nuevas medidas.

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